I. EL PROYECTO
INTRODUCCIÓN
El Real Jardín Botánico de Madrid es una institución cultural y científica que lleva más de 250 años conformando un rincón imprescindible en el conjunto histórico del Paseo del Prado. Se caracteriza por exhibir colecciones científicas de plantas vivas en un entorno amplio y abierto, por desarrollar programas de investigación y formación, y por la vocación de difusión de conocimiento que le es connatural. Pero es mucho más de lo que parece. Desde diciembre de 2017 cuenta con la colaboración de la gestoría cultural La Fábrica para dinamizar algunas de sus áreas.

METODOLOGÍA

PAISAJE DE LAS ARTES Y LAS CIENCIAS
En abril de 2018 se presentó la candidatura “Paseo del Prado y Retiro. Paisaje de las Artes y las Ciencias” a la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, en la que se incluye el Real Jardín Botánico. Para incluir un bien en dicha lista es necesario seguir el proceso previsto en la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural de 1972.
II. EL ANÁLISIS

CONTEXTO
Con el paso de los años el Real Jardín Botánico ha experimentado cambios determinantes en su infraestructura y su manera de presentarse ante el mundo. Además del espacio abierto y del patrimonio vegetal que lo caracteriza, hoy está equipado con algunos inmuebles y compuesto por empleados y departamentos de diversa índole. Dispone así mismo de presencia digital, de distintos medios de promoción. Pese a algunas irregularidades en su accesibilidad, está también concienciado de la necesidad de facilitar su acceso a todo usuario.

MARCO JURÍDICO
El Real Jardín Botánico es uno de los institutos de investigación, conservación y divulgación científica que integran la red de centros del Centro Superior de Investigaciones Científicas, CSIC. A su vez, este está configurado como Agencia Estatal, una de las modalidades de organismo público que regula el ordenamiento jurídico español. Pero, ¿qué es una Agencia Estatal y cuáles son las consecuencias jurídicas?

ANÁLISIS DEL ENTORNO
El trabajo que ha estado realizando el Real Jardín Botánico en los últimos años ha estado muy enfocado a la ciencia e investigación sin tener en cuenta su entorno cultural. Al mantenerse ajeno al resto de instituciones no ha generado una actividad para aprovechar el potencial que encierra y se ha conformado con mantener a su público especializado, sin preocuparse por abarcar nuevos perfiles. La incorporación de La Fábrica promete una transformación de la institución para realzar su valor.

COMUNICACIÓN Y DISEÑO
La imagen y la comunicación institucional deben ir de la mano: el contenido que genera una institución determina la concepción del público e influye en aspectos tan importantes como el flujo de visitas. Una línea de unidad y coherencia en la comunicación es vital para generar una identidad. Quedan muchos pasos por dar en el Real Jardín Botánico en este sentido. Conoce su situación y posibilidades de mejora.

PROGRAMACIÓN Y EDUCACIÓN
EL Real Jardín Botánico ha combinado propuestas científicas y artísticas sin perder nunca el carácter de centro de investigación que le define. Es, y ha sido, un espacio abierto al intercambio intelectual y a la colaboración con grandes entidades, pero nunca desde una posición artística ambiciosa. Con unos planes educativos muy definidos y exitosos, así como una programación didáctica abierta al público, la institución ha logrado consagrarse dentro del mundo científico. Desde la incorporación de La Fábrica, se halla en un proceso de cambio para alcanzar un equilibrio con el resto de instituciones del Paseo de las Artes.
III. LA PROPUESTA

INFRAESTRUCTURA
Partiendo del proyecto impulsado por el CSIC para dotar al Real Jardín Botánico de una nueva instalación en la zona de “El Jardinillo” en la que acoger nuevos servicios de ocio para su público, aportamos una propuesta de distribución y aprovechamiento del espacio en atención a las necesidades de la institución.

COMUNICACIÓN Y DISEÑO
El principal problema que atraviesa el Real Jardín Botánico en la actualidad es la ausencia de identidad en cuanto a su imagen y, por tanto, también en su comunicación. Esto se ve reflejado en la heterogeneidad de cada departamento y en la imagen que distribuyen a través de sus diferentes canales de comunicación. Esta falta de identidad conlleva que desde cada una de las plataformas o departamentos en que se divide la institución no se sigan al pie de la letra las pautas que, de existir, le permitirían alcanzar una línea de coherencia.
